“Colectivo 21” en “Los Colores de Primavera”; Casa Principal del IVEC.

“Colectivo 21”, es una exposición que cuenta con la participación de múltiples artistas de diversas nacionalidades. Sin una temática establecida, sólo el arte, se presentaron obras de Paola Cárdenas, colombiana; Roberto Gutiérrez español; María Ibon Herrera, colombiana; y José Anaya y Norma Salas, engalanando la parte mexicana de la exposición.

Uniéndose a las actividades creativas de la primavera llevadas a cabo en “Casa Principal” del IVEC, “Colectivo 21” hace acto de honor con obras artísticas de diversas manifestaciones, predominando el clásico óleo hasta la escultura.

"La cita", de Ibon Herrera

Las obras denotan los devenires de los artistas; prácticamente lo que hicieron con éstas es expresar un poco de su educación nacional, sin caer en nacionalismos.

Es de suma importancia la difusión de este tipo de eventos culturales, ya que tenemos la grata oportunidad en el puerto de disfrutar obras de artistas de carácter internacional, así como lograr ver las metas de los artistas nacionales.

La entrada es gratuita, la ubicación es en la ya tan mencionada “Casa Principal” del IVEC. Se prevé que “Colectivo 21”, así como las demás exposiciones que forman parte de “Los Colores de Primavera" tendrán punto en el recinto antes mencionado hasta el 20 de junio, cerrando así las festividades propias de dicha estación del año.

Obras de Paola Cárdenas

OBSERVACIONES (OPINIÓN PERSONAL):

Me pareció muy hermoso, y la magnitud y nivel de arte que se presentó en “Colectivo 21”.

"La luna", Rubén Andrade

Las obras eran de un nivel exquisito, y de muy apreciable hermosura. La gran mayoría de ellas me dejaron cautivada.

Tanto los títulos, que a veces caían en lo burdo, me parecieron adecuados a las mismas. Las obras bellísimas, que, tal vez con simpleza, denotaban las grandes habilidades de las manos productoras de tanta hermosura.

Las obras que más me gustaron fueron: “La cita” de Ibon Herrera,  “Luna” de Rubén Andrade y un conjunto de 4 obras pequeñas en tamaño (más no en belleza) de Paola Cárdenas.

Hubo una de especial hermosura, si mal no recuerdo de la autoría de José Anaya, que es el retrato de una mujer ataviada con una especie de turbante. La obra me pareció en extremo cautivadora, ya que la mujer contaba con unos ojos grandes y muy expresivos; todo enmarcado con un fondo oscuro.

Todas las obras me agradaron, hubo ligeras excepciones, sin embargo toda la exposición me pareció que estaba cargada de arte puro, algo fuera de lo común en el puerto.